De piedra
L01.049
Cómo el estudio de los materiales pétreos de construcción ofrece una nueva visión del legado cultural del Camino de Santiago
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Editorial: Instituto Geológico y Minero de España (IGME)
Colección: Planeta Tierra, nº 15
ISBN: 9788491380146
Año: 05-06-2015
Edición: 1
Páginas: 127
Tamaño: 14 x 21 cm
Encuadernación: Tapa blanda o bolsillo
Idioma: Castellano
Disponible
El empleo de la piedra es más que evidente como principal recurso empleado en un patrimonio tan extenso como el que atesora el Camino de Santiago, siendo utilizada para facilitar el tránsito, con la construcción de puentes, obras de ingeniería civil, etc., o para perpetuar la infinidad de corrientes artísticas que llegaron a la península a través del Camino y que hoy podemos contemplar en la multitud de edificios de carácter religioso y civil que se disponen a ambos lados de su trazado.
Lo veremos a lo largo del Camino: cómo la piedra unas veces se presenta como parte de una gran obra, trazada y ejecutada por manos expertas y conforme a un plan arquitectónico o artístico, pero otras veces la observaremos en la sencillez de la labra más ingenua y humilde, en entornos rurales o edificios de poca entidad. En ambos casos el material pétreo dará la materialidad al edificio, bien sea catedral, palacio, iglesia, ermita, puente o fuente.
A lo largo de un recorrido aproximado de 800 km los materiales pétreos estarán obviamente contextualizados en zonas geo¬gráficas y geológicas, atravesando materiales de diversas edades, orígenes y características. Esta relación del patrimonio arquitectónico con el entorno será una constante a lo largo de todo el trazado, no siendo una casualidad el uso de buena sillería, mampuesto o tapial en función de la disponibilidad del recurso, a excepción, como veremos, de la existencia de centros de producción que tendrían su influencia en grandes ámbitos, exportando su material pétreo a grandes distancias.
En el Camino de Santiago son más de 450 monumentos arquitectónicos los construidos en casi todos los estilos artísticos, desde el prerrománico a la moderna arquitectura, sin olvidarnos de la existencia de numerosos castros y villas romanas presentes a lo largo del recorrido. Se supera el número de 400 poblaciones, entre aldeas, núcleos rurales y ciudades, y en ellas la gran mayoría de los bienes patrimoniales están construidos en piedra, a excepción de los edificios más modernos, que recurren al empleo de los nuevos materiales.
Todo este esfuerzo arquitectónico para la construcción de obras religiosas civiles e ingenieriles supuso la movilización de volúmenes de roca que han dejado su impronta en la conservación en algunos casos o en el olvido en otros de las áreas de explotación o espacios de canteras históricas, algunos de ellos aún en uso, como ocurre con la piedra de Boñar (León) o las calizas de Hontoria (Burgos). Avanzando hacia Santiago se identificará la gran variedad de tipologías de materiales pétreos empleados y los afloramientos de los que han sido extraídos, en una clara adaptación de la arquitectura al recurso.
La totalidad del trazado del Camino discurre en un 95% a través de territorio rural y en un 5% aproximadamente lo hace en medio urbano. Llaman la atención las grandes obras arquitectónicas en el territorio rural y el esfuerzo último de nuestros antepasados para levantar esas moles pétreas que siguen hoy en día siendo el referente visual en el horizonte del peregrino. Estas iglesias, monasterios, ermitas son testigos silenciosos del transcurrir del tiempo, que también ha dejado su huella en su superficie, como formas de alteración. Y es que a falta de documentos históricos, la lectura pausada de la piedra proporcionará muchas de las respuestas a las preguntas e incógnitas que el caminante se sigue planteando y se planteaba ya hace cientos de años.