La relación del hombre con la Naturaleza parece más tensa que nunca. Nuestra historia en este planeta no puede siquiera bosquejarse sin considerarla como la verdadera protagonista. Y no nos faltan elementos de juicio, en la actualidad, para tenerlo más presente que nunca.

Enfermedades, pandemias, grandes catástrofes de origen natural como terremotos, erupciones volcánicas o fenómenos meteorológicos han marcado desde siempre la evolución humana.

En este libro se recogen algunos de los más destacados, bien por su carácter destructivo, o por la trascendencia que han tenido en el desarrollo de la política y la sociedad. La erupción del volcán islandés Laki, en 1783, fue el detonante de la Revolución Francesa; el ciclón Bhola determinó el nacimiento del Estado de Bangladesh; la meteorología definió el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, el fracaso de los planes de Felipe II para invadir Inglaterra, y acabó con las campañas expansivas de Napoleón y de Hitler.

Enfermedades como la viruela, la peste, la sífilis, la tuberculosis o el VIH han causado la muerte de millones de personas. ¿Cómo no concluir que la Naturaleza manda en el devenir de los hombres?

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